Sin duda estar acá en Santiago ha sido una experiencia de Vida que jamás imaginé...mi sentir hasta hace un año y medio atrás no cruzaba las fronteras de Cañete. Jamás pensé en Santiago...solo de paso, de visitas y a lo mucho por una semana. Desde pequeña mis experiencias con el smog hacían que permanentemente declara lo contrario, hoy mi lucha continua...el smog, tengo esperanza de que al año de estar acá ya me adapte, aún cuando creo que esto trae consecuencias al cuerpo humano, mi declaración por estos días es...ninguna plaga tocará tu morada.
Vivir en Santiago ha significado acumular riquezas de nuevas experiencias y doy gracias al Señor por esto, el entrenamiento debe continuar, dice su palabra en Isaías 54:2 Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.
Cada día una experiencia nueva, muchas de ellas gratas, otras no tanto. Grato ha sido el poder experimentar como las tinieblas del principio ya no son tan densas, experiencias de libertad me han permitido, por la gracia del Señor, llevar su reino donde no hay esperanza y encender esa luz en su precioso nombre. Ha sido una puerta para tomar contacto con otras naciones y verdaderamente el conocer otras naciones, otros corazones, te cambia la forma de mirar y vivir la vida.
A diario atiendo a muchas personas, chilenas en su mayoría, pero también de Brazil, de Perú, de Ecuador y hasta tengo una paciente Árabe...que es un regalo de Dios, aunque no le entiendo mucho pero su suegra nos traduce. Pasar de atender a personas que trabajan en la Televisión, a mujeres del circo de patinaje, de comida rápida, hasta gente que roba para subsistir.
Hay cosas buenas y cosas malas pero si hay algo que ha cambiado mi forma de ver y actuar, es la cruda realidad de adolescentes que a los 16 años, están embarazadas, consumen pasta base y tienen condenas por robos. Jóvenes que intentan salir de este círculo pero cada día creo que hay lugares desde donde se sale solo por milagros del Señor. La Psicología intenta cambiar a las personas afectando su voluntad, cambios en la mente, pero el único que puede cambiarnos desde adentro y para siempre, es nuestro Señor Jesucristo. Por estos días me está siendo revelado como la iniquidad queda sellada en nuestro espíritu y habla y atrae la maldad...esas iniquidades solo son arrancadas cuando nuestra boca las trae a luz, y el arrepentimiento verdadero clama por libertad, por la sangre de Jesús somos libres, Él nos libra de la condena eterna...maravilloso Señor.
El corazón se conmueve y es movido a compasión, es la Iglesia la que intercede y puede provocar los cambios.
La lucha es día a día y el corazón hay que cuidarlo, especialmente de los niveles de agresividad, de confusión, de inmundicias, muchas veces palpable, es aquí también donde he aprendido a actuar en el espíritu contrario...en sus fuerzas, en el Espíritu, es aquí donde ha venido el crecer y el estirarse, extenderse...y eso tiene un precio...santidad. Es aquí donde agradezco la misericorida del Señor, sus dulces juicios, la compasión del Señor por nuestras vidas y me asombro cada día de ver como el Señor espera nuestro compromiso con su reino y su justicia y actua en favor de los justos que le buscan, no con caretas, sino de corazón sincero.
Agradezco su paz, el gozo pero por sobre todo...su Amor...fuego encendido que quema la escoria, luz que alumbra las sendas de justicia. Te amo Señor Jesucristo, Majestuoso Rey.
No hay comentarios:
Publicar un comentario