Adoración que transforma ambientes

domingo, 6 de julio de 2008

COMO EN EL PRINCIPIO...

En el Principio...
Génesis 1:1-3 Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Dios: "¡Que exista la luz!" Y la luz llegó a existir.
Hoy miraba el closet...3 cajones con ropa...ordenados desde el principio hasta el último de una forma bien particular. Cuando abrí el primero...ufff, casi lo vuelvo a cerrar, pero inistí, buscando lo que dentro de él necesitaba, busqué, rebusqué, estaba más que desordenado...pero ahí, en medio del enredo estaba lo que necesitaba, no estaba en el tercero ni en el segundo, estaba en el primero, ese primer cajón contiene lo que más frecuentemente uso, lo más privado, se aprecian colores puros, claros, hermosos, pero es urgente ordenarlo. Hoy me di cuenta de lo que allí ocurría...en cierto modo es una manera de expresar lo que está haciendo el Señor en mi vida, en este tiempo de intimidad, en este tiempo de mayor profundidad...creo que su luz está alumbrando todo...toma tiempo ordenar, toma tiempo mantener el orden.

Y su Espíritu se movía sobre la faz de las aguas...

En medio de todo ese desorden, el Señor me hablaba...Yo pongo todo en su lugar, en el orden original...como en el principio, en medio de ese desorden, yo se lo que busco y donde lo encuentro y se como volverlo a como era antes de la fundación del mundo, el original, lo perfecto.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la Vida...Vida que transforma, Vida que sana, Vida que Liberta, Vida que impacta.

En el principio Dios hizo al hombre a su imágen y semejanza, me deleito...esa imagen, su imagen puesta en mi...su eternidad puesta en mi, su amor puesto en mi...
Gracias Señor por todos los cambios, por los ya hechos y los por hacer...Hoy miro, no cuanto falta, sino lo que ya he avanzado y de verás te doy gracias por tu precioso Aliento, por tu paciencia, por tu misericordia, por tu incondicional amor. Te amo Señor Jesús...

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