Adoración que transforma ambientes

lunes, 17 de septiembre de 2007

EL PERDÓN


Este es el día grande de Jehová, me alegraré y me gozaré en él, desde el amanecer y en medio de la noche te alabaré porque grande es tu misericordia y nueva cada mañana, ser cada día testigo de algo maravilloso…conocer al Eterno, ser testigo de que Jesucristo vive y reina hoy y para siempre, tener acceso libre al Trono de Dios mediante el pacto hecho en la sangre del Cordero es algo que debe, en sí mismo, ser motivo de gozo cada día de nuestras vidas.
Ciertamente llegó el día en que te fue manifestado el Hijo de Dios en esta tierra de los vivientes, ese día inolvidable en que tuviste el privilegio de ver su Luz, el resplandor de su Gloria. Instantáneamente brotó de tus labios “pedir perdón”, primero por haber vivido tan lejos de su presencia, cuando el anhelo de su corazón fue, es y será ser uno contigo, tener una relación muy cercana, de confianza, una relación de amor y cuando este amor llega a ser puro y genuino, luego del proceso en que Dios purifica las motivaciones de tu corazón, te limpia de motivaciones incorrectas, ese amor emocional es transformado en amor fruto de su Espíritu en nuestras vidas, luego de esto, es cuando los secretos te son revelados, los profundos anhelos del corazón del Padre…Cosa que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón del hombres son las que Dios ha preparado para los que le aman. (1ª Corintios 2:9)
Pedir perdón…si existiera la cultura del pedir perdón o desatar perdón, otra sería nuestra realidad.
¿Quién se acuerda de las ofensas de hace 3 días o de hace 3 meses o de hace 3 años?
Hay personas que suelen recordar ofensas que sufrieron, “traen a la memoria situaciones de dolor”, situaciones que han afectado tu vida, algunas donde se ha anidado el dolor, casi se puede ver el dolor nuevamente cuando lo recuerdan. Cuando no han sido sanadas, entonces producen dolor, distinto es cuando hay sanidad, ya lo puedes recordar y ves la cicatriz pero está sano…eso es sano. No estamos hablando de olvidar sino que podemos decidir no recordar y si recordamos ya no hay dolor. Perdonar significa quitar la presión que actúa sobre la herida, quita el dolor.
Si, perdonar es una decisión que podemos manifestar de nuestro Padre Celestial. Jeremías 31:34, perdonaré la maldad de ellos y no me acordaré más de tu pecado. Dios decidió no recordar nuestros pecados. Y claro…cuando recuerdas las ofensas y no sueltas el perdón te atas y atas a aquellas personas involucradas, y con ataduras ¿quién avanza?
¿Por qué nos es tan difícil perdonar?
La persona herida queda perjudicada y queda con la deuda, le ha sido robada la paz, con bronca, con rencor. El hombre que decide perdonar paga un precio tremendo. El que perdona decide asumir la responsabilidad de la falta.
Jesús asume el castigo, él ofrece perdón, la expresión máxima de perdón es la cruz, no recibe flores, carga el pecado, carga tus ofensas, mis ofensas contra Dios. Si, porque cada ofensa a nuestro prójimo es una ofensa contra Dios. Jesús toma la culpa, el castigo por la ofensa, decidir perdonar significa asumir que tú fuiste el equivocado cuando sabes que no lo fuiste.




La falta de perdón permite que anides rencor en tu corazón, eso es caldo de cultivo para que visitantes de las tinieblas llenen tu vida de pensamientos de muerte y por consiguiente entres en un camino que no te conduce precisamente a más luz, es un gancho que te jala hacia las tinieblas.
El perdón no es un sentimiento. Es una elección, yo elijo, tú tienes derecho a elegir.
Si usted perdona aunque no sienta perdonar, no es un hipócrita sino usted es responsable.
Una persona madura funciona en base a responsabilidad no en base a sentimientos (emoción). Principio de responsabilidad: cuando decido perdonar, el sentimiento calla.
• Al decidir perdonar el mal nos ponemos por encima del enemigo.
• Al vengarnos del mal nos ponemos en el mismo lugar del enemigo.
• Al hacerle un mal a otros nos ponemos por debajo de nuestro enemigo.

Perdón es remisión de pecados (ofensas)
Decidir perdonar significa pedirle a nuestro Padre que quite la ofensa en los cielos.
El perdón tiene como objetivo la reconciliación: esto significa sentarnos a la mesa y seguir una vida en paz. El perdón genuino en las relaciones de personas les permite tener un vínculo sin necesidad de recordar el pasado.

Hebreos 12:14, Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor
Marcos 11:25-26, Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Mateo 6:12, Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

El gran beneficio perdonar es la LIBERTAD

2 comentarios:

Pilita dijo...

Hola Genesinfrid, aquí saludandote y agradeciendo tus saludos permanentes para mí.
Está muy bonito tu blog, volveré seguido por aquí.

Un beso

genesingrid dijo...

Pilita hermosa, que privilegio esque hayas venido a visitarme, Dios te bendiga y te guarde y haga resplandecer su rostro sobre ti y cumpla todos los sueños que él tiene contigo y tus generaciones, cariños a tus papis y abuelos. Bendiciones