Adoración que transforma ambientes

domingo, 11 de septiembre de 2011

EN LA HABITACION DE LOS SECRETOS

Arte Profético, Ana Méndez Ferrel

¡Quiero saber los secretos de tu corazón!.
En medio de un tiempo de adoración fuimos  halados hacia un lugar espiritual que si pudiera describirlo con sencillas palabras,   en esencia  me impresionaba un colchoncito como el endometrio del útero materno, un lugar de plenitud, de reposo, de seguridad, de una calidez palpable, un lugar que más que verme  rodeada del amor de Dios fue estar en su mismísimo corazón, fundida.  Habían muchos compartimentos, habitaciones, habían lugares de sanidad, de restauración, de revelación, pero todos tenían un olor muy particular, el olor de su inconfundible Amor. 
El Espíritu se movía en medio nuestro y habían ángeles que soltaban en cada uno de nosotros cánticos, de distintos sonidos, lenguas y cada uno de esos sonidos se conectaba con  alguna de esas habitaciones,  según cada necesidad: salud, revelación, amor, etc.; en medio de esa fusión se producía un pedir y un dar bidireccional… ciertamente era un deleite indescriptible. Eran muchas habitaciones. 
Amé estar en ese lugar… la "habitación  de los secretos", habían muchas preguntas pero habían también respuestas, diversas, y tenían un tiempo para ser soltadas, en el centro de ese lugar de secretos me sentí empapada de todas sus respuestas, no había duda, lo que esperaba era parte de su esencia en mi, que se expelía por cada poro de mi ser. ¿Qué secretos podrían ser negados en su corazón? ¡Si están reservados para quienes lo aman! Mi espíritu clamaba por ese secreto y ahora ya está en mi ser, ahora es luz, es manifestación. No quiero salir de ese lugar, no quiero que nada me mueva de ese lugar, él me trajo a ese lugar y me deleito en Él y Él en mi.

Sofonías 3:17  ¡YHVH tu Dios está en medio de ti! ¡Es héroe que salva! Se gozará en ti con alegría y te renovará su amor, Y se regocijará contigo con cánticos de alabanza.

Y me ví en sus ojos, y me fundí en su corazón y hallé paz, pude palpar la plenitud…falta de nada, toda mi vida contenida en él. Nadie es como tú, nadie más puede llenar mi ser como tú, nadie  se compara a ti. ¿Qué podría pedir para estar completa?...yo ya lo estoy en ti Jesús!

 Llévame grabada  en tu corazón, 
¡llévame grabada en tu brazo!
El amor es inquebrantable como la muerte;
 ¡Tan cierta es la pasión como la tumba!
¡El fuego del amor es una llama 
que Dios mismo ha encendido!
 (10) ¡Yo soy ya una muralla 
y mis pechos son dos torres!
 ¡A los ojos de mi amado 
no podría ser más bella!
Cantares 8:6 y 10


Tiempo de adoración viernes 9 de septiembre 2011, Iglesia Cristo Plenitud de Vida