Adoración que transforma ambientes

sábado, 9 de febrero de 2008

LA INIQUIDAD



En esto estoy...entrenándome, preparándome, introducida en tiempos de limpieza profunda, aquellos que Ester pasó...baños de mirra, uy, oliendo a muerte.

Agradezco al Señor por este tesoro y por su Espíritu que ha sido enviado y me ha permitido entrar en este especial tiempo y he visto y ha quedado sellado en mi espíritu, he comprendido como acercarnos a él, como ser expuestos cada vez más a su Luz, deja al descubierto la oscuridad que ha sido tejida de generación en generación con el propósito de apartarnos de nuestro origen...Nuestro Padre Celestial, pero en Jesús se restaura y restituye todo, y todo es TODO. Su Espíritu completará la Obra. Aleluya.
El propósito de los juicios de Dios es alinear las cosas con la voluntad y justicia de Dios. Luego donde hay caminos torcidos va haber una contínua acción divina tratando de alinear a la persona con él. Lo cual se manifiesta en juicios, pruebas, tribulaciones, desiertos, etc.
Necesitamos orar en forma específica: pedir perdón y ser libres de pecados, rebeliones e iniquidades.
Las bases legales que operan en nuestra contra no son quitados con oraciones genéricas.
Jesús murió por nuestra libertad total y cada parte de la cruz y de su pasión tiene que ver con áreas en que Dios pagó el precio por nosotros, para que entráramos a una total plenitud con él: liberados y redimidos.
Cuando el hombre peca contínuamente, la parte de Dios que está conectada a su conciencia, la cual es "el Temor de Dios" se aparta de él, y esto produce endurecimiento en la conciencia que lo va a ir haciendo cada vez más insensible a la voluntad de Dios, produciendo densos velos de cauterización. 1ª timoteo 4:1,2 y 3

Y en esto continuaré, limpiándome, entrenándome, preparándome. Verdaderamente hay un ámbito espiritual real y es necesario ser instruído por el único que llegó a nuestras vidas para llevarnos a toda verdad...su Santo Espíritu, sin él todo lo que hagamos es en vano. Más cuando ha sido hecho por él, tiene un efecto real en nuestras vidas, familias y territorios...y este fruto es eterno.
La Luz del reino se extiende.
La iniquidad es algo que cuesta ver porque está muy profundamente arraigada en nuestro espíritu, pasa hasta inadvertida, hace división entre el hombre y Dios, pero la sangre de Cristo cambia nuestro ADN y nuestra vida es otra...nueva vida. Esto es glorioso, me deleito. Gracias Padre Celestial, gracias Amado Señor Jesucristo, gracias Espíritu Santo por ser. Te adoro Señor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leito!!!Que maravilloso y fiel es nuestro Padre, nos lleva de gloria en gloria , revelandose a nosotros para alcazar en El, el fin que diseño para cada uno.
Gracias por hacerme participe de esta revelacion gloriosa, que estoy segura que dara un giro sobrenatural a nuestras vidas.
Abrazos de oso, mi amada amiga y mentora.
T. Q. M. y te bendigo siempre.
Mildred