Adoración que transforma ambientes

lunes, 15 de octubre de 2007

TIEMPO DE VERDADERA LUZ


¡Cuán preciosa , oh Dios, es tu misericordia!. Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias. Porque contigo está el manantial de la vida; en tu Luz veremos la luz. Salmos 36:7-9.

Caminar con Cristo y seguir a Cristo implica negarse así mismo…él lo dijo: si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese así mismo, y tome su cruz y sígame (Mateo 16:24)…cargar una cruz implica oler a Mirra y el olor de su sangre no se imita...se te impregna cuando has estado en su presencia...oler al perfume de su sangre. Y ese olor a la sangre del Cordero hace que las tinieblas huyan...

De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. Mateo 16: 27-28.

Y ya no te verán más a ti ni oirán más tus humanas palabras sino verán al Hijo del hombre y oirán al Hijo del Hombre y las puertas del Hades no prevalecerán en contra de la Palabra revelada, la Roca inconmovible, el Verbo de Dios…
Y ante el resplandor de su gloria, el resplandor de su hermosura las tinieblas huyen.
Estar ante su hermosura es una experiencia inolvidable, es más …transforma todo tu ser, es imposible estar contemplando su hermosura y seguir siendo el mismo, sabes que sabes que sabes que es el Rey de reyes el que te ha llamado para ser luz en medio de las tinieblas… y en su Luz veremos la luz.

Ven acá y te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios, y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como cristal. Apocalipsis 21: 9-11.
La cuidad no tiene necesidad de sol ni luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. Apocalipsis 21:22-24.

Su Esposa, la esposa del Cordero, blanca, resplandeciente, sin mancha ni arruga…huele como su Amado, piensa como su Amado, habla como su Amado, camina como su Amado, le da la gloria a su Amado.
Aleluya.

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