Tomar decisiones no es algo tan solo de los grandes líderes que dirigen nuestra nación o de la Cámara de Diputados o Senadores, tomar decisiones es algo de todos los días, de cada momento, de cada segundo en tu vida. Cada mañana decides si te levantas o no, si te lavas los dientes o no, qué comer en el desayuno, etc.; lo cierto es que cada una de tus decisiones traerá una consecuencia positiva o negativa y que no tan solo afectará tu vida actual sino también afectará a tus futuras generaciones…y se tranformará en el ADN espiritual.
Un día, conversando con un hermano en la fe, vino este cuestionamiento, y meditaba en que al reino de Dios “no entran los indecisos”, los que un día deciden una cosa y otro día otra, lo decía porque cuando tienes que tomar una decisión se te abre un abanico de posibilidades y tienes que elegir…y entonces cuál eliges?...¿estás seguro de que lo que elegiste es la voluntad de Dios?...será que dentro de ese abanico puede venir satanás a seducirte y mostrarte una oportunidad que parecía del Señor pero no…por sus frutos conocerás lo que es del Señor pero…Esto lo recibí del Apóstol Rony, él declaró que hay ciertas características de la personalidad humana que son impedimento, limitante para ver la gloria de Dios en nuestra vida, nos limitan de ver el reino de Dios manifiestado en nuestras vidas:
Los indecisos siempre fracasan, y nos instaba a declarar…Yo voy a ser determinado con mis decisiones, poder y dominio propio. Yo no voy a fracasar porque yo tomaré decisiones en la presencia de Dios.
Los ignorantes. Hay que prepararse en la palabra.
Los que se desenfocan, los que pierden la visión. Cuando no tiene metas claras, un enfoque claro.
Los temerosos, los cobardes...yo voy a emprender la batalla. Tú está viendo a un triunfador, una persona que se determinó a triunfar, tiene metas claras, concisas.
2ª Crónicas 9 nos enseña que los hijos de Dios son triunfadores en un mundo lleno de dudas, los triunfadores creen, en un mundo que camina lento...ellos corren. En un mundo lleno de quejas, ellos celebran antes, alaban, ríen. En un mundo de renuncias ellos perseveran.
Perseveramos porque somos vencedores, solo nos toca llevar más cargas pero perseveramos en aquel que nos amó.
Ante esta declaración mi meditación es…¿cómo adquirir esa habilidad, esa seguridad que los pasos que estás dando son en el Camino de Dios?. Nuevamente la respuesta es la dependencia plena de Su Santo Espíritu…Cuando Dios te da una promesa, en el proceso del cumplimiento de esa promesa vendrán ciertos obstáculos pero, si confías en él y perseveras hasta el fin verás el cumplimiento de esa promesa, que hermoso…tendremos la corona y luego esa corona tendrás que postrarla ante el Rey de reyes y Señor de señores.
Entonces frente a esto…que importante es tener la “actitud correcta frente a las promesas de Dios” y aunque vengan obstáculos seguir teniendo la actitud correcta frente a Él, eso habla de madurez, tomar las cosas con calma, no apresurarse…aprendí esto:
Convertirse en cristiano no libera automáticamente a nadie de las dificultades ( Jn 15.20 ; 2 Ti 3.12 ; 1 P 1.6 , 7 ; 4.12–19 ). La actitud correcta al enfrentar la adversidad es tener sumo gozo , lo cual no es una reacción emocional, sino una deliberada e inteligente evaluación de las circunstancias desde la perspectiva de Dios, al ver las pruebas como un medio para el crecimiento moral y espiritual. No nos gozamos de las pruebas en sí mismas, sino en sus posibles frutos. Someter a prueba equivale a comprobar lo genuino de algo. Sirve como una disciplina para purgar la fe de sus impurezas, extirpando lo que es falso. La paciencia no es resignación pasiva ante circunstancias adversas, sino firmeza y valor que nos ayudan a resistir con valentía.
Perfectos: No se refiere a ausencia absoluta de pecado, sino que lleva implícita la idea de algo completamente desarrollado o maduro. Madurez para arrepentirse y reconocer fallas.
Sabiduría significa discernimiento práctico. La sabiduría empieza con respeto a Dios, conduce a una vida recta y resulta en una capacidad creciente para distinguir lo correcto de lo erróneo. Dios está dispuesto a darnos esa sabiduría, pero no podremos recibirla si nuestras metas están centradas en nosotros mismos en lugar de estar centradas en Dios. Para conocer la voluntad de Dios, debemos leer su Palabra y pedirle que nos revele cómo obedecerla, y luego estar dispuestos a hacer lo que Él nos diga.
Determinarás asímismo una cosa y te será firme y sobre tus caminos resplandecerá tu luz. Job 22:28