Fue cuando comencé a ver algo más allá de lo natural.
Es una tarea simple, pero depende de cada uno poder hacerlo:
Se generan endorfinas cada vez que se está alegre, cuando se realizan actividades que dan placer, al lograr encontrar satisfacción en las pequeñas actitudes cotidianas, en el afecto, en el encuentro con amigos, en practicar lo más a menudo posible la sonrisa y, mejor todavía, la risa.
Cualquier ocasión que tengamos de celebrar lo que estamos haciendo o que hemos hecho y enfocar la mente en la celebración y en el agradecimiento a las personas y al entorno en que nos movemos, contribuye a crear endorfinas.
Se ha comprobado que cuando mantenemos una actitud positiva, realizamos aquello que nos gusta o nos sentimos extasiados contemplando una maravillosa puesta de sol nuestro cuerpo segrega endorfinas. Por el contrario, una actitud pesimista o el mantenimiento de estados de ánimo negativos bloquean la producción de estas hormonas. Recordar experiencias agradables en las que nos sentimos felices, despreocupados y relajados puede ayudar a nuestro cuerpo a segregar las mismas endorfinas que produjo en aquellas situaciones.
También podemos activar nuestro organismo para que segregue endorfinas practicando el footing o cualquier ejercicio moderado que nos guste. Lo ideal son deportes que podamos practicar al aire libre.
Cuando aceptamos un reto y conseguimos alcanzar aquella meta que nos hemos propuesto, el estado de euforia que percibimos en nosotros esta producido por la segregación de endorfinas.
Si nos gusta la lectura o escuchar música podemos disfrutar realizando estas actividades y producir endorfinas. El masaje es uno de los medios más eficaces para segregar endorfinas.
Amor: Estar enamorado produce una descarga de estrés; además contribuye a eliminar estados de depresión, ya que la mayor parte de los enamorados se declara feliz y en las nubes, sensaciones asociadas a la estimulación de endorfinas.
Tomar café: Dos horas después de ingerir una taza de cafeína el nivel de endorfinas sube.
Consumir chocolates: Diversos estudios han asociado este alimento con las sensaciones de placer y felicidad tras su consumo, por lo que a su vez se relaciona con la generación de endorfinas.
Puestos nuestros ojos en Jesús... llegamos lejos!!!, pero cuando sacamos nuestra mirada de él, somos presa de otras pasiones que son quitan fuerza para avanzar en el reino. Y es que poco conocemos de fidelidad, ciertamente es un atributo de Dios y es también un concepto que debe ser redimido, no podemos dar algo que no tenemos en sí mismos, necesariamente debemos pedir y dejar que cedan nuestras estructuras de pensamiento respecto de esta virtud y tomar de la fuente original que es Cristo revelado, el Fiel y Verdadero para ser infinitamente "fieles".
Ese día miré los ojos de mi Amado de una forma distinta, vi la pasión en sus ojos, refulgentes, pasión por nuestras vidas, su mirada me infunde esa pasión, ese aliento para alcanzar nuestros sueños, su mirada determina mi ser en su Ser, pertenencia, la endorfina hecha persona, mi bienestar eterno, mi alto refugio, la plenitud inescrutable, inagotable, insondable, inefable...El Rey
La mirada del otro “te envuelve, te embriaga y te da calor, te cubre y te arropa. Perderse en el olor del Amado es confort. Es como estar en casa, es un refugio, es calma”.