Desperté con una nueva melodía en mi corazón, gratitud por poder adorar al Señor con libertad, con gozo, no por emoción sino entendiendo lo que realmente significa adorarlo. Conociendo la nueva posición que en Cristo recibimos delante del Padre, reconciliados con él, por su sangre, enseñados y ayudados por su Santo Espíritu para adorarlo como él anhela, en Espíritu y Verdad!
Maravillada por cuanto comprendía que ya no estaba tan solo él en mí, sino que tenía la gran oportunidad de yo entrar en él, en su maravilloso corazón de Amor, Puro, Santo, Limpio, en Luz. Me vino entonces la revelación de uno de lo libros de pastora Anita Méndez, cuando hablaba de encontrarse en el corazón del Padre, entendía lo que habló el pastor Emerson …entrar en la segunda parte de la ecuación: nosotros sumergirnos en Él.
Me llevó un buen tiempo poder entender las dos dimensiones de las cuales el pastor Fernando enseña…la dimensión de lo “no creado” y la dimensión de lo creado”.
Nunca había visto lo que la adoración provoca en el corazón del Padre, que tremendo! Que deleite para él que lo busquemos para decirle que lo amamos, no por lo que hizo sino simplemente porque teniendo esta oportunidad, podemos hacerlo libres y con la ayuda maravillosa del Espíritu Santo.
Quien ha perdido a alguien muy amado, ha de entender que hay un momento en que uno quisiera haberle dicho tantas cosas a esa persona que ya no está, palabras que quizás no le dijo, por vergüenza, por inseguridad, no sé, por miles de causas! Pero ahora, está para ayudarnos el Santo Espíritu de Dios que nos conduce a las dulces moradas de nuestro Padre.
Recibir amor y palabras de amor es lejos el abrigo más poderoso contra cualquier ataque del infierno, Dios anhela nuestras palabras, nuestros cánticos de amor hacia él, anhela abrazarnos, regalonearnos, sonreír con nosotros…podía entender que estar delante de él sin pronunciar palabras era desaprovechar un momento único e irrepetible.
Y entonces comencé a adorar al Rey, vino a mí una visión tan nítida y clara, a medida que declarábamos Santo, Santo, Santo, la creación te canta…y damos gloria a él, por siempre te adoraré! Oí al Espíritu preguntarme…¿Tus generaciones fueron ya creadas? Y entonces respondí…si. Y el Espíritu me dijo y ...¡son generaciones adoradoras?..ahhh!!!
Entonces pude ver en mi espíritu, por el Espíritu…que ya todo fue creado, en Cristo, por Cristo y para Cristo…entonces llamé a mis generaciones, la convoqué delante del Señor Jesucristo y solté adoración en Espíritu y Verdad para él. Estando en el Kairos de Dios, en el tiempo de Dios, el tiempo está en Jesús, él es plenitud, yo quería oírme y oir a mis generaciones al unísono deleitar al Padre por su amor manifestado, no esperaré a que vengan a lo natural para oírlas adorar al Rey de reyes, en el Kairos ya lo adoran y adoraremos por siempre.
No perderé mi tiempo, aprovecharé todos mis tiempos para adorarlo, aún en el silencio, aún dormida, yo le hablo a mi corazón que emitan latidos que adoren al Señor, que hasta mi respirar lo adore, que todo mi ser se llene del Espíritu de Dios, quien me sumerge en un nuevo cántico de adoración, día a día.
Y mientras lo adoramos, nos empapamos de su belleza, de su santidad, de su amor, de su justicia, de su verdad. Él añadirá lo que ha de ser añadido!
¿Por qué voy a esperar hasta mañana si su tiempo es AHORA?...
