Adoración que transforma ambientes

viernes, 24 de julio de 2009

EN EL CENTRO DE SU VOLUNTAD


El alma del hombre, una compleja máquina que fue creada para lograr una conexión entre el espíritu y el cuerpo del hombre. El alma del hombre…siempre buscando, ciegamente se casa con un sin fin de elementos, sabe que necesita encontrar algo que la llene, que le dé sentido a lo que la constituye: pensamientos, emociones, voluntad.

A la luz de esta aseveración podríamos desprender que cuando estamos en la voluntad perfecta de Dios para nuestra vida, nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestras fuerzas están centradas en el reino de Dios. Esto es un buen indicador para saber que estás en el centro de su voluntad. Su palabra dice que no debemos estar afanados por nada, que nuestros pensamientos sean santos, puros, si algo digno de alabanza…en esto pensad. (Filipenses 4:8)

El alma, creyendo que gobierna, ciegamente desconoce que su llenura es temporal, aún cuando el obtener bienes materiales como lo es una casa, un computador, un auto, un buen trabajo o en otros casos obtener bienes emocionales como una buena relación matrimonial, estables relaciones de amistad, relaciones familiares, es más, a diario conocemos personas que, de buena voluntad y con motivaciones personales quieren hacer el bien en medio de una sociedad que busca desesperadamente solución a problemas sociales como la pobreza, la delincuencia, la drogadicción, etc. Todo esto produce satisfacción y su palabra declara que no hay cosa mejor que alegrarse y hacer el bien en su vida (Eclesiastés 3:12), pero no es hasta que sabes que es plan del Señor, con sus formas para hacer el bien, que te sabes en la voluntad correcta y abrazas el éxito y la victoria en tu vida. No es hasta que el espíritu del hombre recibe el llene de lo que, por diseño original debe llenarlo, esto es lo divino, es ahí recién cuando todo lo demás ocupa el lugar correcto.

Es la voluntad de Dios prosperarnos en todas las áreas de nuestra vida (3Juan 2), pero debemos comprender que si queremos ver la manifestación natural de nuestra prosperidad, debemos ir directo a buscarla en el ámbito espiritual, es en tu espíritu y con su Espíritu que ha de manifestarse su gobierno, su reino. Reino es posesión, es territorio, es pertenencia por decreto celestial.

Es aquí la gran batalla del diablo por impedir que esta luz llegue a nuestro espíritu, insiste en entretener nuestra alma, nos afana en las cosas naturales, cosas que atrapan nuestra alma, nuestros pensamientos, nuestras emociones, nos enceguece, desvían nuestra atención y nos hacen demorar en encontrar lo verdadero.

No te afanes en la nada…si persistes encontrarás lo que estás buscando, su Santo Espíritu te guiará hacia toda Verdad. Si has conocido el Pacto en la sangre de Jesucristo, no desmayes, su fidelidad permanece para siempre, no lo olvides…juró por sí mismo que el pacto se cumpliría en ti, un pacto con mejores promesas, mucho más excelentes…he aquí su fiel cumplimiento. Por causa de este pacto tienes acceso a la casa del Pan, donde encontrarás consejo, dirección, solución, ahí está el centro de la voluntad de Dios y te será manifesta para cada área de tu vida. Siembra en lo eterno, cosecharás naciones y generaciones de luz.

Apocalipsis 2:26 Al que salga vencedor y cumpla mi voluntad hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones.